Prólogo
La facultad
siempre me había parecido algo crucial, una parte esencial delo que mide la
valía de una persona y determina su futuro. Vivimos en un tiempo en el que la
gente te pregunta a qué universidad fuiste antes que tu apellido. Desde muy pequeña
me inculcaron que debía prepararme para mis estudios. Se había convertido en
una obsesión que requería una enorme cantidad de preparación. Cada asignatura
que elegía, cada trabajo que realizaba desde el primer día de instituto, giraba
en torno a entrar en la universidad. Y no en cualquier universidad. Mi madre se
había empeñado en que iría a la de Washington Central, la misma a la que había
ido ella, aunque nunca llegó a terminar sus estudios. Yo no tenía ni idea de
que ir a la facultad sería muchas más cosas que obtener un título. No tenía ni
idea de que escoger mis asignaturas optativas para el primer semestre me
acabaría pareciendo, tan sólo unos meses después, algo trivial. Era muy ingenua
entonces, y en cierta manera sigo siéndolo.
Pero no
podía imaginar lo que me esperaba. Conocer a mi compañera de cuarto de la
residencia fue algo intenso e incómodo desde el principio, y conocer a su
alocado grupo de amigos más todavía. Eran muy diferentes de todas las personas
que había conocido hasta entonces, y me intimidaba su aspecto, me confundía su
absoluta falta de interés por llevar una vida planificada. Pronto pasé a formar
parte de su locura; me dejé liar... Y fue entonces cuando él se coló en mi
corazón. Desde nuestro primer encuentro, Hardin cambió mi vida de una manera
que ningún curso de preparación para la universidad ni ningún grupo de lectura
para jóvenes lo habría hecho. Aquellas películas que veía de adolescente pronto
se convirtieron en mi vida, y sus ridículas tramas pasaron a formar parte de mi
realidad. ¿Habría hecho las cosas de manera diferente de haber sabido lo que estaba
por llegar? No estoy segura. Me gustaría poder dar una respuesta directa a eso,
pero no puedo.
A veces me
siento agradecida, tan absolutamente perdida en el momento de pasión que mi
juicio se nubla y lo único que veo es a él. Otras veces pienso en el
sufrimiento que me causó, en el profundo dolor por la pérdida de mi antiguo yo,
en el caos de esos momentos en los que me sentía como si mi mundo estuviera
patas arriba, y la respuesta no es tan sencilla como lo fue en su día. De lo
único de lo que estoy segura de que mi vida y mi corazón jamás volverán a ser
los mismos, no después de que Hardin irrumpiera en ellos.
Hola! Sera que me pueden mandar este libro a mi mail? PORFAVORR!tephi.2006@hotmail.com
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